Un almuerzo de primavera
¡Hola amigos!
Para el almuerzo de hoy me inventé esta sopita. ¿A ver qué le parece? Dos años atrás, antes de la llegada de Christopher la idea de servir una sopa de zanahoria nunca se me ocurrió. A Mi esposo y a mí nunca no gusto la crema de zanahorias; pero tu vida cambia una vez que tienes un niño corriendo por tu casa. Y sin duda alguna esta sopa es una prueba de lo muchos cambios que da tu vida cuando tienes hijos. No es que no nos gusten las zanahorias, al contrario, en mi casa la comemos a menudo pero no en esta forma. Una crema de zanahoria nunca me sonó muy apetitosa hasta hoy cuando saboreamos mi – Sopa de zanahoria con jalapeño, cebolla confitada y huevo frito; el jalapeño es solo para satisfacer a los adultos y para un poquito de “deleite”.
Las cosas que hacemos los adultos para darles buenos ejemplos a nuestros hijos y para motivarlos a comer vegetales. ¿Cuál es el dilema entre los niños y los vegetales? Mi hijo solo quiere comer arroz blanco y pasta con mantequilla. ¿Cómo pueden nuestros niños crecer saludables comiendo este tipo de comida? Yo paso muchas horas en la cocina preparando comida fresca y saludable para mi hijo y sobrino (Marco) para que al final de la jornada la echen a un lado – hiriendo mis sentimientos. No, la verdad es que ahora yo entiendo y me relaciono con todos los padres que día a día viven esta experiencia. Esta es una realidad que tenemos en común los que tenemos hijos pequeños. Este desdén y deleite que experimentan nuestros hijos por ciertas comidas nunca fue expresado con tanta claridad y elocuencia como lo describe una de mis escritoras de comida favoritas, M.F. K. Fisher en su libro The Art Of Eating-El arte de comer “cuando un hombre es pequeño (niño), el ama y odia los alimentos con una ferocidad que pronto se desvanece” ¿Que piensan ustedes de este alegato? Yo realmente no recuerdo haber leído otra declaración que defina el gusto de un niño (a) entres las edades de 2 a 8 años con tanta certeza. ¿Cuántos de nosotros hemos visto la boca, y garganta de nuestros niños cerrarse con la simple presencia de una crema de brócoli? Algunos niños simplemente sienten nauseas, ganas de vomitar cuando le queremos hacer comer ciertos vegetales. Y de la misma manera nosotros también en ocasiones hemos presenciado con deleite y temor a la vez como nuestros hijos devoran con deseo feroz algunas de las comidas menos favorables, como son los sabrosos puré de papas, las papas fritas, las pastas con mantequilla, el arroz blanco y el sabroso chocolate (estos alimentos son los favoritos de mi hijo). Y con los años el gusto por estos alimentos también desaparecerá. Fisher continua su hermoso dialogo describiendo como el gusto de un hombre cambia a medida que pasa el tiempo.
Bueno para terminar esta conversación lo último que quiero decirle es que los buenos ejemplos nutritivos son pasados a nuestros hijos cuando nosotros mismos damos el ejemplo. En otras palabras nosotros somos los modelos y nuestros hijos seguirán nuestras huellas y enseñanzas; y si nosotros les enseñamos bien no solo en la cocina, pero de la vida en general ellos tarde o temprano aprenderán la diferencia entre las comidas buenas y las comidas chatarras. Después de todo, muchos años pasarán hasta que una mente joven empiece a desarrollar su percepción por el buen gusto culinario.
Y ahora estamos de regreso a la razón de toda esta charla, la sopa. Esta receta es fácil de hacer; con sabores fresco y simple. Cuando digo simple no me refiero a insípido – me refiero a sabores delicados. Y hablando de sabores, recientemente he descubierto que estoy amando locamente los jalapeños y todavía con más locura amo los huevos ya que es mi proteína favorita de toda una vida. Estos dos ingredientes aportan un sabor riquísimo a esta sopa. Si les gustan las natas en sus cremas de vegetales se la puedan agregar. También pueden ser añadidos otros productos lácteos. Yo personalmente pienso que la sopa es más rica con su sabor natural. En su forma natural se aprecia más el color intenso de las zanahorias haciéndola más apetitosa. Por ultimo no me puedo retirar sin antes mencionarles las cebollas caramelizadas o confitadas. Para esta receta usé cebollas vidalia -son unas cebollas tenuemente dulces- y en esta sopa son más que dulce; aquí las cebollas caramelizadas complementan las zanahorias deliciosamente y a la vez balancean el ligero picor de los jalapeños.
¡Buen Apetito!
Sopa de zanahoria con jalapeño, cebolla confitada and huevo frito
Ingredientes:
Para la sopa:
1-2 cucharadas de aceite
2 lb. de zanahorias cortada en dados
4 dientes de ajos pelados
1 cebolla blanca cortada en dados (5oz.)
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2 cucharadas de jengibre (1 oz.)
Sal y pimienta
5 tazas de caldo de pollo (puede ser sustituida por agua)
Para la terminación y decoración:
Huevos
Cebollas Vidalia
Jalapeños
Chives
Para la sopa:
Agregue el aceite en una olla e incorpore las zanahorias, cebolla, ajo y jengibre. Sazone con sal –pimienta y sude los vegetales por 10 minutos. Agregue el caldo de pollo o agua y cocine la sopa hasta que las zanahorias se ablanden. Ponga la sopa caliente con la mitad del caldo en una licuadora eléctrica y puré. Reserve el caldo restante en caso de que tenga que ajustar la consistencia de la crema luego. Ajuste el aliño y la consistencia si necesita ahora.
Para la cebolla caramelizada o confitada:
Corte la cebolla en juliana y cocínela en un salten a fuego bajo (con 1 cucharada de aceite de oliva y una de mantequilla) por 20-30 minutos. Condimente con sal.
Para los huevos:
Agregue un poquito de aceite en un salten y deje calentar. Ponga el huevo en el aceite caliente y deje cocinar la clara por 1-2 minutos. Volteé el huevo y apague el fuego. La yema de huevo tiene que estar blanda pero la superficie debe de estar cocinada.
Presentación:
Sirva la sopa en un bol o plato hondo y ponga el huevo por encima. Adorne con las cebollas caramelizadas, jalapeños y cebollinos. ¡Muy buen apetito!
Nota: La guarnición es opcional ya que la sopa se puede servir sola o con un pedazo de pan rustico o pan baguete/francés. Si decide usted agregar los jalapeños pero no le gustan muy picante le recomiendo sacarle las semillas y las venas de adentro. El jalapeño sin semillas y sin venas resulta ser un ají dulce y súper bueno.
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